A veces por desconocimiento, otras veces por “costumbre”, algunos comercios aún siguen incorporando en la venta con tarjetas de crédito la fórmula de los “recargos”, una modalidad injustificada y prohibida por la ley.
La Ley 25.065, en el inciso c) de su artículo 37, dice que el proveedor está obligado a “no efectuar diferencias de precio entre operaciones al contado y con tarjeta”.
Los comercios cuentan con un importante abanico de planes para vender. En todos los casos, el arancel máximo que abonan a las tarjetas de crédito es del 3% más IVA. Éste es el más bajo de la historia, ya que fue descendiendo desde el 10% hasta los 3 puntos actuales, colocándose a la altura de los países más avanzados del mundo!
Como contraprestación, las tarjetas les aseguran la cobranza y asumen el riesgo y el costo administrativo de manejar el crédito, además de acercar a comercios y usuarios a través de promociones y beneficios exclusivos, acciones y campañas conjuntas, acrecentando las posibilidades de acceder a cada vez más productos y servicios.
Nota extraída de la revista Clik Digital, de Tarjeta Naranja
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